La importancia del descanso después de hacer ejercicio

Está claro que hacer deporte es básico para mantenernos en forma y tener buena salud. Pero una parte fundamental de la rutina de entrenamiento consiste en descansar. Los músculos necesitan recuperarse y crecer. Después de someterlos a un esfuerzo, el descanso para el organismo es un proceso regenerativo y de adaptación que prepara el cuerpo para la próxima sesión de entrenamiento.    

¿Cuánto tiempo hay que descansar después de hacer ejercicio? ¿Cuáles son las claves para una buena recuperación muscular? Te lo contamos en este post.

El riesgo de no descansar bien 

Uno de los principales errores que comenten los principiantes cuando empiezan a practicar deporte es entrenar todos los días. No descansan ni un día porque quieren ver los resultados cuanto antes. Pero esta falta de recuperación es precisamente lo que retrasa su evolución.

Existe la tendencia a creer que cuanto más ejercicio se hace, mejor es el resultado, pero no siempre es así. Entrenar, por ejemplo, seis días a la semana sin realizar un parón, acaba provocando el objetivo contrario al que se pretende. Produce fatiga muscular, sobreesfuerzo y cansancio que pueden acarrear lesiones frecuentes. 

Cuando entrenamos, estamos dando a nuestro cuerpo un estímulo. Lo sometemos a un estrés. Después de este esfuerzo perdemos energía y fuerza. Para que el cuerpo vuelva a tener sus niveles normales, necesita descansar. 

Recuperación física y mental

Con el descanso, los músculos se reparan, se reconstruyen y se fortalecen. Si no se realiza adecuadamente, puede haber cambios hormonales derivados de la falta de descanso. Y a nivel inmonológico, bajará la producción de glóbulos rojos, lo que puede conllevar un riesgo de infecciones, enfermedades, estrés y la disminución de la capacidad de cicatrización.

La falta de descanso también puede aumentar el riesgo de lesiones, como las roturas de fibras musculares e incluso afectar al sistema cardiovascular, provocando aumentos del ritmo cardiaco y alteraciones en la presión arterial.

A todo lo anterior, hay que sumar las consecuencias psicológicas, dado que si no descansamos puede haber un desgaste mental importante. Debemos aprender que cada objetivo tiene su tiempo. En el deporte no se ven los resultados de un día para otro y hay que ser pacientes y constantes. Si descansamos físicamente y aprendemos a relajarnos, también podremos descansar mentalmente.

Recomendaciones para un buen descanso

Después de comprobar la importancia del descanso para conseguir un mejor rendimiento deportivo, te damos una pautas para una buena recuperación:

• Elaborar un buen plan de entrenamiento. Hay que establecer qué parte o partes del cuerpo vamos a entrenar cada día y calcular los días que necesitan descansar después de dicho entrenamiento. Por lo general, lo ideal es dejar dos días de descanso entre cada sesión. Por ejemplo, dejar descansar los músculos más pequeños como los bíceps o los tríceps un par de días y los grupos musculares más grandes, como la espalda o el pecho, hasta dos días y medio o tres.
• Descansar como mínimo un día a la semana, aunque lo ideal son dos, sin hacer ningún tipo de deporte. Esto dependerá de nuestro objetivo deportivo, pero por lo general descansar un par de jornadas a la semana es lo que nuestro cuerpo necesita. Si no podemos descansar dos días, podemos hacer uno y el otro de descanso activo.
• Si la intensidad del entrenamiento es alta, las horas de descanso recomendadas pueden variar entre 10 y 12 horas. Si el deporte es moderado, con 8 horas es suficiente.
• Seguir una rutina diaria. Cenar pronto, ir a dormir a la misma hora y tener un sueño reparador es fundamental para que el cuerpo adquiera buenos hábitos y pueda descansar como es debido. 
• Ser constante y perseverante. La exigencia máxima y el sobreesfuerzo solo llevan a abandonar el deporte. Haz cada día un poco y a largo plazo conseguirás tus resultados de una vida sana y activa.

Si quieres tener un plan de entrenamiento y de descanso adaptado a tu ritmo de vida, no esperes más y consulta a nuestros entrenadores personales.

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