¿Cómo ayuda el deporte a la salud mental?

La pandemia y los sucesivos confinamientos han puesto en valor no solo la necesidad de cuidar de la salud física, sino también de la mental. Está demostrado que muchos de los problemas físicos son producto de una mala salud emocional.

No olvidemos que nuestro cerebro regula la producción de hormonas que están implicadas en muchos procesos metabólicos cuya descompensación provoca o agrava afecciones físicas de diversa índole. 

Los profesionales de la salud cada día más recomiendan una correcta gestión de nuestras emociones para equilibrar cuerpo y mente. Además, se han convertido en grandes prescriptores del deporte como método para prevenir problemas de salud. Realizar actividad física dos o tres veces por semana tiene efectos inmediatos y a largo plazo para nuestra salud mental. En este post te contamos ocho de sus beneficios.

Producción de hormonas

Nuestro organismo es capaz de generar más de cincuenta hormonas distintas cuando realizamos una actividad física. Endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina son las cuatro responsables de producir esa sensación de bienestar y calma que tenemos después de entrenar. Son conocidas como el cuarteto de la felicidad porque alivian el estrés y la ansiedad.

Reducción del estrés

Vivir en permanente estado de ansiedad puede acabar afectando a nuestro organismo a nivel físico. Como decíamos en el apartado anterior, gracias al deporte se elevan los niveles de endorfinas que ayudan a reducir la sensación de dolor, angustia o emociones negativas.

Mejora la memoria

Practicar deporte regularmente no solo incrementa nuestra retentiva, sino también nuestra habilidad para aprender cosas nuevas. Con el deporte se producen más células en el hipocampo, que se encargan de la capacidad de aprendizaje. Además, los entrenamientos con peso y las clases colectivas favorecen la agilidad mental y la coordinación. 

Incremento de la motivación 

Marcarnos objetivos deportivos es la mejor forma de motivarnos para conseguirlos, y una vez alcanzados, establecer nuevas metas. Así el cerebro está siempre activo para generar retos que cumplir. El deporte es superación, y, al conseguir los objetivos y percibir la recompensa, la autoestima y la autoconfianza aumentan. 

Ayuda a conciliar el sueño

Si tenemos problemas para dormir o descansar, el deporte nos ayudará, ya que aumenta la relajación corporal y mental, favoreciendo que sea más sencillo y más rápido dormir. El sueño es fundamental para reparar nuestro cuerpo a nivel físico y también cognitivo.

Enseña valores y mejora la conducta

El deporte moviliza emociones y sentimientos. También influye en nuestra actitud y en el comportamiento a través de diversos valores: solidaridad, deportividad, respeto, esfuerzo, superación, compañerismo y éxito personal.

Además, promueve el desarrollo personal y ayuda a mejorar las relaciones sociales. Por eso es importante empezar desde niños a practicar algún deporte. 

Ayuda a controlar las adicciones

El deporte produce dopamina, sustancia química encargada de proporcionar la recompensa en muchas clases de adicciones. Con ella obtenemos alegría, tranquilidad y felicidad, por lo que practicar ejercicio ayuda a dejar la adicción, sea cual sea.

El deporte también nos ayuda a restablecer los relojes biológicos, que se ven altamente alterados por las drogas, y a establecer una rutina en el organismo.

Previene el deterioro cognitivo

Hacer deporte, sobre todo entre los 25 y 40 años, ayuda a producir sustancias químicas en el cerebro que previenen las enfermedades degenerativas provocadas por el paso del tiempo. También ayuda a mejorar las funciones cognitivas en personas con edad avanzada.

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